jueves, 28 de mayo de 2015

[Reseña] Los Refugios de Piedra





Título: Las Llanuras del Tránsito
Saga: Los Hijos de la Tierra (5/6)
Autora: Jean M. Auel
Traductor: Carlos Milla Soler
Editorial: EMBOLSILLO
ISBN: 9788415140245 
Páginas: 909
Precio: 12.00 €






Tras un difícil viaje a través de Europa, Ayla y su compañero llegan finalmente a la Novena Caverna de los zelandonii, el hogar de Jondalar, hoy día en el valle de la Dordoña francesa.

Los zelandonii sienten fascinación por las nuevas ideas que aporta la joven pareja pero también se muestran recelosos. Les llaman especialmente la atención el lanzavenablos, una nueva arma de caza muy eficaz, así como el rápido método de encender fuego con pedernal y pirita de hierro.

Sin embargo, el lobo domesticado y el acento extraño de Ayla causan reticencia. Pero, gracias a sus habilidades curativas, su inteligencia y su sabiduría, logra ser aceptada, formaliza su relación con Jondalar y encuentra en la líder espiritual de la Novena Caverna una nueva compañera con quien compartir sus conocimientos.


Creo que no es ningún secreto que Los Hijos de la Tierra es una saga bastante gruesa. Esto de por si es un punto favorable para mi, pero cuando un libro de más de novecientas páginas es un recordatorio de los cuatro tochacos que le preceden, se hace un poco pesado. Eso y las continuas repeticiones de cosas como el acento extraño de Ayla, las eternas presentaciones en la que todos temen tocar un lobo vivo, o el Canto a la Madre (tengo que admitir que a la tercera vez que aparece, ya mi mente desconectaba de esas partes que son un absoluto copia-pega).

Lo cierto es que este libro se me ha antojado mucho -muchísimo a decir verdad- más ligero que el anterior, pero también es verdad que no pasa casi nada en toda la lectura. Es decir, te pueden quitar la mitad del libro, y te quedarías exactamente igual. Algo ciertamente triste si tenemos en cuenta que es el libro en el que esperaba que más cosas ocurrieran. Es decir, el anterior tomo, con sus casi mil páginas te preparan para el encuentro de Ayla con la gente de Jondalar, y no se crea ningún conflicto a raíz de esto. Podemos definir este libro como La Feliz Vida de Ayla y Jondalar.
Jean M. Auel

A nivel de personajes, me parecen de los más flojitos de toda la saga. Marthona no me disgusta, pero esperaba un poco más de un personaje al que se le ha dado tanto bombo a lo largo de la saga. Joharran está un pelín falto de carisma, a pesar de ser un personaje tan importante (cuñado de Ayla y jefe de la Novena Caverna). Sin duda mi preferida de todos los nuevos personajes es la Zelandoni, que ha sido la única que me parece que ha aportado algo a la historia. Los demás personajes se funden con el mobiliario de la caverna.

La autora también intenta añadir villanos en esta historia. Cuatro para ser exactos, pero sinceramente creo que es una broma. Ninguno de ellos hace absolutamente nada, solo miran con odio a Ayla desde la lejanía. Poco más. Lo cual deja mucho que desear, ya que si ha metido tantos antagonistas, por lo menos que hagan algo, que al libro sin duda le falta bastante trama.

También hay algunas incoherencias menores, como por ejemplo que Jondalar siempre tratara con amabilidad a Bukeval cuando en el segundo libro casi mata a Ayla al descubrir sus raíces. Lo que nos lleva a pensar: de dónde sacó Jondalar esas ideas, si su cultura muestra una mentalidad tan abierta, tanto con Ayla como con los animales que la acompañan?

Para concluir, decir que si bien el cuarto libro fue infinitamente más tedioso, este libro tampoco llega al nivel de los tres primeros. Si lo definiera con una única palabra, sería relleno. Si bien se lee con relativa rapidez y está suficientemente entretenido como para no tirarlo por la ventana, se añoran tramas nuevas y personajes complejos. Una pena el rumbo de estos libros que en mi opinión, estaban tan llenos de posibilidades. 




 

domingo, 10 de mayo de 2015

[Reseña] Las Llanuras del Tránsito





Título: Las Llanuras del Tránsito
Saga: Los Hijos de la Tierra (4/6)
Autora: Jean M. Auel
Traductor: Aníbal Leal
Editorial: EMBOLSILLO
ISBN: 9788415140238 
Páginas: 997
Precio: 12.00 €






Ayla y Jondalar se despiden de los cazadores de mamuts y emprenden un largo viaje a través de Europa que durará más de un año, hacia las tierras de Jondalar, territorio de los zelandonii, lo que hoy en día es el Sur de Francia.

La pareja, acompañada de dos caballos y un lobo amaestrado, se expone a grandes peligros al atravesar ríos, glaciares y desiertos. Pero también compartirá habilidades y descubrimientos con diversos clanes, con los que se encontrará a lo largo del camino.

A pesar de todas las dificultades a las que deben enfrentarse, la pareja, impulsada por el fuerte deseo de establecerse finalmente en un lugar y conseguir un hogar, decide continuar el trayecto a través de una tierra inhóspita y desconocida.


La primera parte de este libro me la leía a base de pura voluntad. Y no es que sea un libro precisamente corto, nada más y nada menos que 997 páginas. Para mi gusto esta a bastante distancia de los otros tres primeros libros de la saga, este es especialmente tedioso. Descripciones por doquier que ralentizan muchísimo la lectura y que impiden que te termines de enganchar a una historia que continuo considerando buena y original.

Jean M. Auel
La historia de este libro se basa en el periplo de Ayla y Jondalar a lo largo de una Europa prehistórica donde abundan los animales de las estepas y los asentamientos de los humanos están a mucha distancia entre si. Ayla y Jondalar deben superar diferentes obstáculos y accidentes geográficos muy variados entre si, además de problemas que surgen durante el viaje.

En mi opinión, si la autora hubiera recortado descripciones -que para mi gusto se notan forzadas en la narración- tendríamos un libro muchísimo más efectivo, ya que hay algunos capítulos que si me engancharon bastante. Sobre todo, como dije antes, en la última mitad del libro, donde las descripciones dejan paso a algo de agilidad narrativa.

Pero este nivel que alcanza el libro en la última parte se diluye con el final. Para mis gusto el libro vuelve a caer en picado tras cruzar el glaciar: Se vuelve predecible en muchos sentidos, cosa que no le pega en absoluto a esta lectura que podía presumir de sorprendente. Todo lo relacionado con el clan me parece espantoso en este libro, y era lo que más me gustaba de la saga. Se fuerza demasiado la presencia de los 'espíritus cruzados', y el hecho de que Ayla no se reencuentre con el clan me dolió profundamente -aunque es algo que aporta algo de verosimilitud a la historia-.

En conclusión puedo decir que es el que menos me ha gustado de los cuatro, pero que la historia me sigue pareciendo que puede dar mucho juego y por lo tanto pienso continuar la lectura, que sin lugar a dudas se me está haciendo larga.